En una poltrona, por encima del bien y del mal, como si de un caudillo se tratara, micrófono en mano, Joan Laporta presentó ayer las líneas maestras de su proyecto para regresar a la presidencia del Barcelona y no decepcionó a sus fieles. Discurso claro y directo, no sin cierta demagogia, la misma de la que acusa a sus rivales, con las mismas ideas que dibujaron...
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