Es la cara B del fútbol. Un fenómeno que trasciende lo meramente deportivo. Estudiar los movimientos de los radicales, trazar el itinerario de los autobuses de los equipos o establecer una serie de filtros a la hora de acceder al estadio son solo la punta del iceberg del impresionante dispositivo que se establece en torno a un partido catalogado de alto ri...
Suscribete para leer la noticia completa: