Cuando llegue la hora de evaluar las notas del Atlético en este curso nadie podrá acusar a su técnico de falta de coherencia. Lleva desde el mes de agosto fijando unos objetivos «realistas»: el tercer puesto de la Liga, detrás de los trasatlánticos, un premio que le da a su equipo la posibilidad de jugar la Liga de Campeones la siguiente temporada. El discurso...
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