De Acapulco siempre se guarda la foto del campeón, al que le ponen el típico sombrero mexicano y le entregan un trofeo peculiar. Y David Ferrer, con la de ayer, ya tiene cuatro portadas para el recuerdo, enorme campeón para darle continuidad a este memorable inicio de temporada. Él mismo se encarga de rebajar la euforia y sostiene que el mejor Ferrer fue el de...
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