Con el once repetido por primera vez en 29 partidos, el Barcelona cosechó su primer triunfo plácido lejos del Camp Nou en muchos meses. Y eso que en Riazor amenazaban un Dépor ascendente y un temporal de viento, frío y lluvia dispuesto a congelarle la vida a cualquiera. Pero no: sencillamente no hubo color. De hecho, ni siquiera el mínimo síntoma de que el cuadro...
Suscribete para leer la noticia completa:

