En ese bosque de árboles y leña en el que convirtió el partido San Lorenzo, a las dos estrellas y talentos de ambos equipos se les vio poco. A Cristiano porque se metió en medio de dicho bosque y apenas le llegaron balones, lo que provocó su clara y habitual desesperación. A Barrientos porque estuvo más tiempo de segundo lateral izquierdo esforzándose en frenar...
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