Sus ojos, ocultos tras las gafas, dejaron escapar la mirada más brillante en cuanto se toparon con el resultado de su carrera en el marcador. Mireia Belmonte desplegó entonces su sonrisa, dejó que la tensión se volviera emoción y golpeó el agua con la mano en señal de trabajo bien hecho. Había conseguido ser la primera en los 200 metros mariposa en la Copa del...
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