En un campo norteño, antiguo Waterloo blanco, el Madrid ratificó su fútbol. Isco hizo de Modric y el equipo demostró que ataca en largo y en corto. Dos maneras tiene. Cristiano estuvo brillante. Dos goles, estirando su media hacia el gol y medio por partido. Además, finísimo, acertado en todo lo que hizo. Tras marcar el cuarto estaba tan pletórico que hizo lo...
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