La palabra «vergüenza» fue la más repetida. El día después de la dolorosa derrota ante las Islas Feroe (0-1), los aficionados y los internacionales griegos no salían de su asombro y buscaban una explicación al desastre. La misma selección que en junio deslumbraba en Brasil y se clasificaba por primera vez para los octavos de un Mundial, sucumbía estrepitosamente...
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