Dice el refrán que es de bien nacido ser agradecido, pero Diego Costa parece que no ha terminado de entender lo que significa. El nuevo delantero del Chelsea se ha olvidado pronto del cariño que le dispensó la grada del Calderón, de los ánimos que le dieron al lesionarse partido sí y partído también cuando su club más lo necesitaba, de ese plus de importancia...
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