Muchos, lo reconocían, no esperaban venir ayer a la Plaza de Neptuno. Se temían «una encerrona en el Camp Nou». Lo que hizo el Atlético fue encerrar al Barcelona en su crisis. El empate rojiblanco entregó el campeonato de Liga al conjunto madrileño y más de veinte mil aficionados se congregaron ante su dios, el del tridente, con una alegría abierta, franca, sincera,...
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