Está casi a mil kilómetros, a punto de ascender con el Dépor a Primera. Pero el jueves se sentirá cerca del Sánchez-Pizjuán. Juegan sus dos equipos y presagia un duelo tremendamente emocionante. Es Carlos Marchena.
—La ilusión con la que yo iba a entrenar a la ciudad deportiva no es comparable con nada. Nunca me olvido de eso. ¡Era un niño! E ir a entrenar con...
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