En el lujoso Country Club de Montecarlo, excelencia suiza para una final atípica. La sobremesa del domingo, de forma inesperada, queda pendiente de un Stanislas Wawrinka-Roger Federer (15 horas, TDP), una batalla de seda entre dos de las raquetas más talentosas del circuito y que resuelven sus compromisos del sábado con autoridad y firmeza. Antes del almuerzo,...
Suscribete para leer la noticia completa:

