Ni buen fútbol, ni grandes jugadas, ni siquiera un golpe de fortuna. El Real Valladolid tuvo que aferrarse a la fe en si mismo para conseguir ayer un empate ante el Elche. Un rival que consiguió colocarse con un 0-2 en el marcador después de aprovechar sus dos únicas llegadas al área pucelana y al que solo fue capaz de doblegar la insistencia de los castellanos....
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