Entre el «jet-lag», el desgaste de un mes jugando, literalmente, todo lo jugable y la emocionante experiencia de ganar su decimotercer Grand Slam, Rafa Nadal aterrizó ayer en Barajas y puso los pies de nuevo en España. Insaciable, su objetivo inmediato es ayudar a que España no pierda la categoría en la Copa Davis en la eliminatoria que empezará mañana contra...
Suscribete para leer la noticia completa:

