Sin duda, fue uno de esos hombres cuya existencia y sus industrias y trabajos sólo cabe imaginar en aquella España imperial en la que no se ponía el sol. Aristocrático en su concepción del arte y del artista, trabajó para tres de nuestros reyes, Felipe II, Felipe III y Felipe IV, y trabajó también por encargo para nobles y para la Iglesia, sobre todo para el...
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