Como el resto de las naciones europeas, la crispación política prendió en una España que despidió a un régimen y no consiguió crear el consenso necesario en torno al que lo sustituyó. La Monarquía cayó sin defensores. La República advino con un entusiasmo popular que hizo confundir el proyecto izquierdista del primer bienio con el Estado y la nación enteros....
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