Las imágenes ponen los pelos de punta. Un joven barbudo, militante del Estado Islámico, se perfila contra el friso de un «lammasu», un toro alado con cabeza humana característico de la mitología mesopotámica. Mientras juguetea con un detonador entre las manos, amenaza con destruir todas las estatuas del mundo. «Alá nos ordenó destruir los ídolos y es lo que estamos...
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