Cervantes está de suerte. Lo que ya no sabemos es si con esto de los huesos es buena o mala. Pero buena le ha de parecer al Ilustrísimo Manco que si él inventó la novela otros sigan con esmero, ganas y acierto el camino que él emprendiera, y que además él mismo sea uno de los principales protagonistas de la obra, que viene a meterse en la harina y los berenjenales...
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