Jordi Nopca escribe cuentos desde los siete años. Cumplida la treintena, sigue aplicando la misma ecuación: observar-digerir-transformar. Vestido con chándal y zapatillas deportivas «converse» —fingiendo que practica el Running— escudriña situaciones aparentemente anodinas, personas atadas a rituales cotidianos que acaban convirtiéndose en personajes.
Después...
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