La sala recuerda vagamente a un hospital, aunque los «pacientes» que aquí coinciden son tan dispares que no podrían encontrarse todos juntos en ningún otro lugar. En el laboratorio de restauración del Museo Arqueológico Nacional (MAN) se cuida estos días de un sacerdote egipcio de la XX-XXI dinastía, un hombre que murió hace 3.000 años, llamado Pairujeser. O...
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