Nadie lo hubiera imaginado de este anticristo del rock, pero él mismo ha reconocido que lo padece, y con gran virulencia. En 2013, en Canadá, llegó a desplomarse en mitad de un concierto. Poco antes vomitó, pero seguro que más de uno pensó que esto formaba parte del espectáculo.
Suscribete para leer la noticia completa: