Preocupaciones similares a las que había manifestado Ortega en diciembre de 1931 inquietaron la conciencia de Gregorio Marañón. No podía ser de otro modo, cuando ambos habían firmado, junto a Pérez de Ayala, un manifiesto crucial para recabar el apoyo de la intelectualidad no comprometida con partido alguno, a fin de que se agruparan Al Servicio de la República....
Suscribete para leer la noticia completa: