La vida del último premio Cervantes –galardón que ayer dio a conocer el ministro José Ignacio Wert tras el fallo del jurado presidido por José Manuel Caballero Bonald– comienza en una torre de la Bonanova, Barcelona de la alta burguesía. Una familia con raíces vascas por vía paterna que hizo fortuna en la Cuba colonial. Si la patria de los hombres es la infancia,...
Suscribete para leer la noticia completa: