En la mañana del 31 de julio de 1944, Antoine de Saint-Exupéry despegó de Borgo (Córcega) a bordo de un Lockheed P-38 para fotografiar posiciones enemigas al este de Lyon. Había salido antes de las nueve y estaba previsto que regresara pasadas las doce. Pero nunca lo hizo. El autor de «El Principito» desapareció para siempre en aguas del mar Mediterráneo. Moría...
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