En el momento exacto en que la cultura de consumo mostraba sus primeros signos de agotamiento, Andy Warhol revolucionó el mundo con un arte nuevo. Cualquier objeto era susceptible de pasar a la posteridad, hasta una lata de sopa, cualquier rostro podía quedar grabado como una marca indeleble en el ideario planetario, fuera el de Mao o el de Marilyn Monroe o el...
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