Definir es también, en cierto modo, limitar, amurallar, confinar a unos contornos al sujeto de la descripción, y en el caso de Gil Parrondo es además una osadía, dado el tamaño personal, profesional y artístico de un hombre que es a la arquitectura del cine lo que la fantasía a la del alma de un niño. Gil Parrondo no cabe en su propia definición, a pesar de lo...
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