Un pico, una tapa de alcantarilla o cualquier objeto contundente que tuvieran a mano. Eran sus «herramientas» para entrar rápido en la oscuridad y tranquilidad de la noche en un establecimiento hostelero. Una vez en el interior, su objetivo era claro. No se distraían con otros bienes. Iban directos a cajas registradoras, tragaperras o máquinas de tabaco y en...
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