Pocas cosas tienen la capacidad de unir más al ser humano que reunirse alrededor de una buena cerveza. Rubia, negra o tostada, con limón o gaseosa, en vaso, botellín o jarra, sentado o de pie, da igual. Esta bebida actúa como concentrador social y ejerce las veces de excusa para ver a un amigo o familiar al que hace tiempo que no visitas. Y para homenajear a...
Suscribete para leer la noticia completa:

