Marcos Martínez se revuelve entre los barrotes de la cárcel de Navalcarnero, donde fue trasladado ayer tras «probar» tres noches la prisión de Soto del Real. Al parecer, está convencido de que puede seguir presidiendo la Diputación de León pese a estar privado de libertad. Sólo así se entiende su decisión de no renunciar al cargo que heredó en junio tras el asesinato...
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